«Divorcio con hijos: Un sendero a transitar de la manera menos traumática posible»

No hay duda de que el divorcio es un proceso emocionalmente desgarrador, pero cuando se agregan hijos a la ecuación, la complejidad aumenta exponencialmente. Como abogados especializados en derecho de familia, hemos tenido la oportunidad de acompañar a muchas parejas durante este proceso de transición. En este artículo, te ofreceremos una guía detallada sobre cómo manejar el divorcio con hijos, tomando como base el divorcio de mutuo acuerdo, por ser la vía más rápida y viable para disolver legalmente el matrimonio y mitigar los posibles efectos adversos en los hijos.

Pasar por un divorcio no es tarea fácil. Incluso cuando ambos cónyuges están en completo acuerdo para terminar su unión, los desafíos y las implicaciones emocionales pueden ser abrumadoras. Añade a eso la presencia de hijos y el reparto de bienes, y tienes una receta para la incertidumbre y el estrés. Pero, ¿sabías que existe una opción menos dolorosa y más rápida? Es lo que comúnmente conocemos como divorcio de mutuo acuerdo.

El divorcio de mutuo acuerdo, también conocido como divorcio express, se produce cuando los cónyuges expresan de manera manifiesta su voluntad de divorciarse. Es un proceso judicial más rápido, sencillo y económico que el divorcio contencioso. Requiere la presentación de un convenio regulador donde ambas partes acuerdan cláusulas sobre el cuidado de los hijos, la división de los bienes y cualquier otra consideración pertinente.

.1.- Haberse casado legalmente: Esto puede parecer obvio, pero vale la pena mencionarlo. No puedes divorciarte si no te has casado legalmente.

2.- Tener como mínimo tres meses de matrimonio: No puedes solicitar un divorcio, incluso si es de mutuo acuerdo, a menos que hayan pasado tres meses desde que te casaste.

3.- Estar de acuerdo en la disolución del vínculo matrimonial: Ambos cónyuges deben estar dispuestos a terminar el matrimonio.

4.- Estar dispuestos a presentar un convenio regulador: Este es un documento en el que ambos cónyuges acuerdan cómo dividirán sus bienes y cómo manejarán la custodia y el cuidado de los hijos.

Aquí está la lista de documentos que necesitarás:

1. Certificaciones literales del matrimonio.
2. Certificaciones del nacimiento de los hijos.
3. Certificado de empadronamiento (aunque no siempre se solicita).
4. Escrituras o documentos de propiedad, tanto de bienes muebles como inmuebles.
5. El convenio regulador.

El convenio regulador es esencial en el divorcio de mutuo acuerdo. En él, los cónyuges acuerdan cómo se organizará la vida de sus hijos tras el divorcio, cómo se dividirán los bienes y si procede, la pensión compensatoria. En este sentido, el convenio regulador es el cemento legal que mantiene unidas las decisiones clave del divorcio.

Cuando hay hijos involucrados, el proceso de divorcio de mutuo acuerdo requiere un escrutinio adicional para garantizar que los intereses de los menores se protegen adecuadamente. Es crucial incluir detalles sobre la custodia, la pensión alimenticia, el régimen de visitas y el uso de la vivienda familiar en el convenio regulador.

• ¿Es necesario alegar una causa para tramitar el divorcio?

No, no es necesario alegar ninguna causa para solicitar un divorcio de mutuo acuerdo. Basta con que ambas partes estén de acuerdo en poner fin al matrimonio.

• ¿Qué pasa si uno de los cónyuges no acude a la cita judicial?

Si uno de los cónyuges no acude a la cita para ratificar su deseo de divorciarse, el proceso quedará archivado.

• ¿Puede un divorcio de mutuo acuerdo demorarse más de lo previsto?

Sí, el proceso puede prolongarse si hay hijos menores o si hay algún problema con el convenio regulador.

El divorcio de mutuo acuerdo, especialmente en casos de divorcio con hijos, es una opción más rápida y menos costosa desde el punto de vista económico, ya que ambos cónyuges pueden estar representados por el mismo abogado y procurador. Al evitar disputas prolongadas y desafiantes, se reduce el estrés y se mantiene un ambiente más saludable para los niños involucrados.

Aunque esta guía proporciona una visión general, cada situación es única. Por lo tanto, te recomendamos buscar el consejo de un abogado especializado en derecho de familia para que te ayude en tu caso específico. Como siempre, lo más importante es lo que es mejor para tus hijos y para ti en este tiempo de cambio y transición.