La casa es mía y mi pareja no quiere irse: la batalla por el hogar

La casa es mía y mi pareja no quiere irse: la batalla por el hogar

Es común que una pareja no quiera separarse de su hogar cuando aún existe una conexión emocional entre ellos. Sin embargo, cuando la relación de pareja llega a su fin y se convierte en una ex pareja, lo más natural es que, si la propiedad pertenece a uno de ellos, el otro se marche.

Cuando esto no ocurre, nos enfrentamos no solo a un problema legal, sino también a un dilema moral. En ocasiones, la justificación de «si me separo, no tengo a dónde ir» puede retrasar la salida de la casa, pero esta situación no debería prolongarse en el tiempo, ya que puede dar lugar a graves conflictos de convivencia. Es cierto que pueden surgir dificultades, pero lo justo es que la separación se concrete cuando uno de los dos decida poner fin a la relación, lo que normalmente implica un empobrecimiento para ambos cónyuges a corto plazo.

¿Puedo echar a mi pareja de casa?

Es legal solicitar que nuestra pareja se vaya de casa una vez que ha terminado la relación sentimental. De hecho, resulta lógico y razonable esperar que nuestra expareja se vaya, ya que la convivencia en nuestro hogar estaba vinculada a la existencia de esa relación que ha llegado a su fin.



No obstante, si nuestra expareja se niega a marcharse del piso, lo más conveniente es mantener la paciencia e intentar avanzar gradualmente a través de la mediación. En casos en los que la convivencia se haya vuelto insostenible, la situación puede ser difícil. Si nuestra pareja puede demostrar que ha estado viviendo en el piso durante un período prolongado, y si no podemos resolver la situación de manera amistosa, puede que la única opción sea iniciar un proceso legal.

Mi expareja no se quiere ir de mi casa

Si nos enfrentamos a la situación en la que nuestra ex pareja se niega a abandonar la casa, surge un problema que requiere un análisis detallado. En primer lugar, es necesario determinar quién es el propietario y cuál es el título de residencia en la propiedad.

El título puede pertenecer a uno solo de los miembros de la pareja, a ambos o incluso a ninguno.

Dada la amplia variedad de escenarios posibles, es fundamental consultar con un abogado especializado ante cualquier duda antes de tomar cualquier decisión.

Hay varias cuestiones importantes que debemos tener en cuenta:

  • En el caso de tener hijos, se dará prioridad al derecho de uso de la vivienda, al menor y al progenitor que tenga su custodia.
  • En ausencia de hijos, el propietario o arrendatario del inmueble tendrá preferencia. Además, también se deben tener en cuenta las circunstancias individuales, ya que existe una preferencia por proteger a la persona más vulnerable en este contexto.

¿Como sacar a mi pareja de mi casa legalmente?

Es importante abordar la situación de manera amistosa, ya que, de lo contrario, si hay convivencia en un domicilio familiar, podría existir un derecho basado en la consolidación de la relación que impida que podamos expulsar a una expareja por la fuerza.

la casa es mia y mi pareja no quiere irse

Si nos encontramos repentinamente con una persona desconocida en nuestra casa, podemos ciertamente pedirle que se vaya e incluso llamar a la policía si es necesario.

Sin embargo, cuando una persona ha residido en nuestra casa como nuestra pareja y puede demostrarlo a través de su empadronamiento u otros medios, no podemos expulsarla por la fuerza en ningún caso. En cambio, se debe abordar la situación de manera amigable.

En caso de no llegar a un acuerdo, deberemos iniciar un proceso de desahucio por precario para ser legalmente correctos. Sin embargo, si tenemos hijos en común o estamos casados, deberemos seguir el correspondiente proceso legal de derecho de familia.

Preguntas frecuentes (FAQs)

  • ¿Cuáles son mis derechos legales como propietario/a de la casa si mi pareja se niega a irse?

Como propietario/a de la casa, tienes derecho a disponer y usar tu propiedad de acuerdo con tus intereses. Sin embargo, en casos de convivencia o matrimonio, la situación puede ser más compleja y requerir asesoramiento legal específico.

  • ¿Necesito obtener una orden judicial para que mi pareja salga de la casa?

Si tu pareja tiene derechos sobre la vivienda debido a una relación de convivencia o matrimonio, generalmente se requerirá una orden judicial para desalojarla. En España, existen leyes que protegen a los cónyuges o parejas de hecho, y un desalojo sin autorización puede ser considerado un desahucio ilegal.

  • ¿Qué opciones tengo si mi pareja se niega a abandonar la propiedad?

Si tu pareja se niega a abandonar la propiedad y existen derechos legales vigentes, es recomendable buscar asesoramiento legal para explorar las opciones disponibles. Estas pueden incluir la negociación de acuerdos, la mediación familiar o el inicio de un procedimiento judicial para obtener una orden de desalojo.

  • ¿Puedo cambiar las cerraduras de la casa sin consecuencias legales?

En caso de estar casado o ser pareja de hecho, cambiar las cerraduras de la casa sin autorización de tu pareja puede acarrear consecuencias legales negativas. Se consideraría una alteración unilateral del uso de la vivienda y podría perjudicar tus derechos legales en un eventual procedimiento judicial. Es aconsejable buscar asesoramiento legal antes de tomar esta medida.

  • ¿Cuánto tiempo puede tomar el proceso legal para desalojar a mi pareja de la casa?

El tiempo que puede llevar el proceso legal para desalojar a tu pareja de la casa puede variar dependiendo de las circunstancias y la carga de trabajo de los tribunales. Los procedimientos pueden llevar varios meses, especialmente si hay disputas o apelaciones. Un abogado especializado podrá brindarte información más precisa basada en tu caso específico.

  • ¿Qué sucede si mi pareja no paga su parte de los gastos de la casa, pero se niega a irse?

Si se niega a abandonar la casa y no cumple con sus obligaciones financieras, es posible buscar medidas legales para reclamar dichos pagos. Esto puede implicar iniciar un proceso judicial para reclamar las deudas o llegar a acuerdos a través de la mediación o la negociación.

  • ¿Necesito obtener una orden de restricción o una orden de protección para que mi pareja no pueda ingresar a la casa?

Si sientes que tu seguridad o la de tus bienes está en peligro debido a la actitud de tu pareja, es posible solicitar una orden de protección o una orden de alejamiento ante el juzgado competente. Estas órdenes están destinadas a proteger a las víctimas de violencia doméstica o situaciones similares.

  • ¿Puedo solicitar ayuda de la policía para que mi pareja sea sacada de la casa?

La policía generalmente no puede realizar un desalojo sin una orden judicial válida. Sin embargo, si existe una orden de protección o una orden judicial que indique claramente que tu pareja debe abandonar la vivienda, puedes solicitar la asistencia de la policía para ejecutar esa orden y garantizar un desalojo seguro. Es importante consultar con un abogado para obtener asesoramiento específico sobre cómo proceder en tu situación.

  • ¿Existen leyes específicas en España que protejan los derechos de los propietarios en situaciones como esta?

En España, existen leyes que protegen los derechos de los propietarios en situaciones de disputa o ruptura de convivencia. Por ejemplo, el Código Civil y la Ley de Enjuiciamiento Civil contienen disposiciones relevantes. Sin embargo, la interpretación y aplicación de estas leyes pueden variar según las circunstancias y los tribunales.

Conclusión

Cuando una relación de pareja termina, lo común es que la expareja se vaya de la casa. Si esto no sucede, se presenta un problema legal y moral. Prolongar la convivencia puede generar conflictos graves. Es justo que la separación se concrete cuando uno de los dos decida terminar la relación, aunque ambos puedan sufrir un impacto económico a corto plazo.

En estos casos, es importante determinar quién es el propietario y buscar asesoramiento legal. Si hay hijos, se prioriza el derecho de uso de la vivienda para el progenitor custodio. En ausencia de hijos, el propietario tiene preferencia. Además, se considera proteger a la persona más vulnerable.

Si la expareja se niega a irse, se recomienda intentar resolverlo mediante la mediación antes de recurrir a acciones legales. En última instancia, puede ser necesario iniciar un proceso legal. En cualquier caso, es fundamental abordar la situación de manera adecuada y respetuosa, especialmente si existen aspectos legales involucrados.